VUEL(V)AN
Interpretación plástica de la migración por condicionmientos forzados.
La golondrina tiene diferentes interpretaciones a nivel simbólico siendo ampliamente representada gráfica y poéticamente.
Entre otras curiosidades los griegos la llamaban ''khelidôn'', de donde deriva celidonia o hierba de la golondrina. Según Plinio el Viejo, la golondrina devuelve la vista a sus pequeños, que nacen ciegos, alimentándolos con tallos de celidonia. Los marineros fueron los primeros en comenzar a hacerse tatuajes de golondrinas. La costumbre era tatuarse una golondrina por cada 5.000 millas náuticas que navegaban, convencidos de que las golondrinas les daban buena suerte. Esta creencia fue tal que muchos marineros comenzaron a hacerse tatuajes antes de partir en su viaje, como amuleto de buena suerte que les aseguraba su retorno a casa http://www.cuerpoyarte.com/2008-07-30/2783/tatuajes-de-golondrinas-mucho-mas-que-un-tatuaje-lindo.
La golondrina tiene diferentes interpretaciones a nivel simbólico siendo ampliamente representada gráfica y poéticamente.
Entre otras curiosidades los griegos la llamaban ''khelidôn'', de donde deriva celidonia o hierba de la golondrina. Según Plinio el Viejo, la golondrina devuelve la vista a sus pequeños, que nacen ciegos, alimentándolos con tallos de celidonia. Los marineros fueron los primeros en comenzar a hacerse tatuajes de golondrinas. La costumbre era tatuarse una golondrina por cada 5.000 millas náuticas que navegaban, convencidos de que las golondrinas les daban buena suerte. Esta creencia fue tal que muchos marineros comenzaron a hacerse tatuajes antes de partir en su viaje, como amuleto de buena suerte que les aseguraba su retorno a casa http://www.cuerpoyarte.com/2008-07-30/2783/tatuajes-de-golondrinas-mucho-mas-que-un-tatuaje-lindo.
Volverán las oscuras golondrinas
Volverán las oscuras golondrinas en tu balcón sus nidos a colgar, y, otra vez, con el ala a sus cristales jugando llamarán; pero aquéllas que el vuelo refrenaban tu hermosura y mi dicha al contemplar, aquéllas que aprendieron nuestros nombres... ésas... ¡no volverán! Volverán las tupidas madreselvas de tu jardín las tapias a escalar, y otra vez a la tarde, aun más hermosas, sus flores se abrirán; pero aquéllas, cuajadas de rocío, cuyas gotas mirábamos temblar y caer, como lágrimas del día... ésas... ¡no volverán! Volverán del amor en tus oídos las palabras ardientes a sonar; tu corazón, de su profundo sueño tal vez despertará; pero mudo y absorto y de rodillas, como se adora a Dios ante su altar, como yo te he querido..., desengáñate: ¡así no te querrán! Gustavo Adolfo Bécquer |
Últimas golondrinas
Sabes gustavo adolfo en cualquier año de éstos ya no van a volver las golondrinas ni aún las pertinaces las del balcón las tuyas es lógico están hartas de tanto y tanto alarde migratorio de tanto y tanto cruce sobre el mar y retórica y pretextos y alcores su tiempo ya pasó lo reconocen y a mitad de su ida o de su vuelta oscuras cursilíneas tiernitas de alas largas se dejarán caer como buscando cada una su ola terminal. Mario Benedetti |
Golondrinas
Las dulces mensajeras de la tristeza son… son avecillas negras, negras como la noche. ¡Negras como el dolor! ¡Las dulces golondrinas que en invierno se van y que dejan el nido abandonado y solo para cruzar el mar! Cada vez que las veo siento un frío sutil... ¡Oh! ¡Negras avecillas, inquietas avecillas amantes de abril! ¡Oh! ¡Pobres golondrinas que se van a buscar como los emigrantes, a las tierras extrañas, la migaja de pan! ¡Golondrinas, llegaos! ¡Golondrinas, venid! ¡Venid primaverales, con las alas de luto llegaos hasta mí! Sostenedme en las alas… Sostenedme y cruzad de un volido tan sólo, eterno y más eterno la inmensidad del mar… ¿Sabéis cómo se viaja hasta el país del sol?… ¿Sabéis dónde se encuentra la eterna primavera, la fuente del amor?… ¡Llevadme, golondrinas! ¡Llevadme! ¡No temáis! Yo soy una bohemia, una pobre bohemia ¡Llevadme donde vais! ¿No sabéis, golondrinas errantes, no sabéis, que tengo el alma enferma porque no puedo irme volando yo también? ¡Golondrinas, llegaos! ¡Golondrinas, venid! ¡Venid primaverales! ¡Con las alas de luto llegaos hasta mí! ¡Venid! ¡Llevadme pronto a correr el albur!… ¡Qué lástima, pequeñas, que no tengáis las alas tejidas en azul! Alfonsina Storni |
Las Golondrinas
A donde irá veloz y fatigada la golondrina que de aquí se va. No tiene cielo, te mira angustiada sin paz ni abrigo que la vio partir Junto a mi pecho Hallará su nido en donde pueda la estación pasar. También yo estoy en la región perdida ¡Oh cielo santo! y sin poder volar. Junto a mi pecho hallará su nido en donde pueda la estación pasar también yo estoy en la región perdida ¡oh, cielo santo! y sin poder volar. A donde irá veloz y fatigada la golondrina que de aquí se va ¡Oh, si en el viento, se hallara extraviada! buscando abrigo y no lo encontrará. Junto a mi pecho hallará su nido en donde pueda la estación pasar también yo estoy en la región perdida ¡oh, cielo santo! y sin poder volar. Dejé también mi patria adorada, esa mansión que me miró nacer, mi vida es hoy errante y angustiada y ya no puedo a mi mansión volver. Ave querida, amada peregrina, mi corazón al tuyo estrecharé, oiré tus cantos, bella golondrina, recordaré mi patria y lloraré. Canción Popular |